03. El cuadro de la Mater ter Admirabilis
Esta imagen de la Virgen es una imagen sencilla; no representa una gran obra artística. Sin embargo, nos transmite todo el amor y cercanía de la Santísima Virgen. Nuestra mirada se encuentra con su mirada y así podemos entablar con ella un diálogo materno-filial.
P. Rafael Fernández
Esta imagen de la Virgen es una imagen sencilla; no representa una gran obra artística. Sin embargo, nos transmite todo el amor y cercanía de la Santísima Virgen. Nuestra mirada se encuentra con su mirada y así podemos entablar con ella un diálogo materno-filial. Ella sostiene en sus brazos a Cristo, su Hijo. En Schoenstatt, nunca encontramos a María aislada; ella siempre está junto a Cristo, en una estrecha bi-unidad con él. Como estrecha a Jesús contra su corazón, así también ella nos estrecha a cada uno de nosotros sosteniéndonos en sus brazos maternales.
Historia
En abril/mayo de 1915, el sacerdote diocesano Huggle, profesor del seminario menor palotino, regala a los congregantes una reproducción litográfica de un cuadro de la Santísima Virgen del pintor suizo Luigi de Crossio. Imagen que era venerada bajo el título de Refugium peccatorum, Refugio de los pecadores. Desde el punto de vista estético, esta imagen no despertó la adhesión de los jóvenes. Sin embargo, el 19 de abril de 1915 – primer aniversario de la fundación de la congregación mariana- fue colocada en la capillita. El cuadro pasó a ocupar el lugar central donde antes se encontraba la estatua de San Miguel, titular original de la capilla. Esta última fue trasladada a un pedestal al lado izquierdo del altar.
En año 1916 la imagen de la Santísima Virgen en el Santuario de Schoenstatt comenzó a ser venerada bajo el título de Mater Ter Admirabilis de Schoenstat, Madre tres veces Admirable de Schoenstatt. Durante ese tiempo surgió el famoso «Paralelo Ingolstadt-Schoenstatt». Así los jóvenes formulaban una idea programática de la misión que habían recibido a través del P. Kentenich; lo que la primitiva Congregación Mariana de Ingolstadt había significado decisivamente para la renovación mariana del sur de Alemania, en el tiempo de la Contrarreforma, (siglo XVI), debía ahora realizarse en una nueva forma desde el santuario de Schoenstatt. En esa ciudad de Baviera, se veneraba a la Virgen bajo la advocación de Mater Ter Admirabilis de Ingolstadt. Por el «paralelo», surgió la idea de llamarla de igual forma en Schoenstatt. El P. Kentenich, refiriéndose a la imagen de la Virgen recibida del sacerdote Huggle, expresó: «bajo esta advocación la honraremos en adelante en nuestra capillita de la Congregación».