Esta guía quiere ser una ayuda para la renovación mensual.

 

Renovación mensual para matrimonios

1. Introducción

Nuestra vida espiritual, tanto personal como matrimonial, necesita renovarse. En medio del “torbellino» de nuestra vida, necesitamos hacer «pausas creadoras», diaria, mensual y anualmente. Esta pequeña guía quiere ser una ayuda para nuestra renovación mensual.

Ojalá podamos hacer esta renovación  junto al Santuario. Estamos pensando en dos o tres horas dedicadas a nosotros mismos y a Dios. Es importante destinar un día fijo al mes (por ejemplo, los últimos sábados de mes) y una hora fija. Si sólo nos proponemos algo «en general», lo más probable es que vayan pasando los meses sin que nos demos cuenta y, entonces, nuestra vida espiritual, en lugar de fortalecerse, se irá enfriando cada vez más. Es recomendable que cada uno tenga un cuaderno personal  donde anote puntos en qué detenerse, sus pensamientos y propósitos.

1. Desarrollo del momento de la renovación

Rezamos una oración al Espíritu Santo (por ejemplo, la del Hacia el Padre. p 217). Si hacemos el retiro mensual como matrimonio, podemos iniciarlo con una oración en común, agradeciendo por la ocasión que tenemos de encontrarnos como pareja ante el Señor y nuestra Mater, y pidiendo la gracia de una profunda revitalización de nuestra vida personal, matrimonial y familiar. Podemos también leer un trozo del Evangelio (por ejemplo, la Parábola de los talentos, en Mt 25, 14-34o bien, el texto de Mt 6, 25-34 sobre la divina Providencia).

Luego de habernos «ambientado», nos disponemos a revisar el mes pasado. Para ello podemos ayudarnos leyendo las anotaciones que hayamos hecho en nuestro cuaderno personal. Esta meditación (de más o menos media hora) la hace cada uno por separado.

En esta meditación respondemos tres preguntas, pensando en nosotros como persona, como matrimonio, como familia, en el trabajo, etc.

¿Qué regalos de Dios recibí el mes pasado?

¿Qué cosas he hecho (u omitido) durante el mes pasado de las cuales me arrepiento?

A cada una de estas preguntas damos un tiempo suficiente. No es necesario detenerse en hacer una larga lista sino, más bien, visualizar las cosas más relevantes y “gustarlas” a la luz de la fe práctica en la divina Providencia, conversándolas con el Señor y nuestra Mater.

¿Qué ha pasado con mi Horario Espiritual, Examen Particular y propósito de matrimonio?

Para concluir esta primera meditación, nos reunimos nuevamente como matrimonio para conversar entre nosotros y con el Señor lo que nos parezca conveniente. Luego nos disponemos a meditar nuevamente cada uno por separado, mirando al futuro próximo.

Podemos organizar esta meditación haciéndonos las siguientes preguntas:

¿Me espera algo especial este mes (personalmente, como matrimonio, en el trabajo, etc.?

De acuerdo a la meditación sobre el mes pasado, ¿qué voces de Dios me parecen especialmente importantes? ¿Qué me está pidiendo Dios acentuar, cambiar?

¿Cuál será mi Examen Particular? ¿Debo conservar el anterior? ¿Debo modificarlo? Lo mismo respecto al Horario Espiritual.

Ver si se asume o renueva algún propósito como matrimonio.

Al finalizar la meditación personal, podemos establecer un diálogo como matrimonio para intercambiar y, si es el caso, para tomar un propósito común y rezar juntos.

Terminar esta Revisión mensual renovando la Alianza de Amor con la oración Pequeña Consagración.