El Padre Rafael Fernández nos acompaña en la meditación de la Misa Hacia El Padre.
Envío I Parte
Desde el altar (162)
nos dirigimos, Señor,
a dar tu forma
a la vida cotidiana.
Como la avecilla, (163)
que no abandona su nido,
ronda nuestro amor
en torno al lugar santo.
Donde la lámpara del Santísimo (164)
arde y jamás se extingue,
se consume nuestra alma
para desposarse contigo.
Por todos los medios (165)
queremos arrebatar
el mundo y los corazones
hacia el cielo, hacia el Padre.