Sonsoles Sastre y José Antonio Pérteguer son dos de los schoenstatianos que dieron origen al Colegio Monte Tabor de Pozuelo. Un establecimiento con una particular manera de educar, en el que el diseño del centro, horarios, menú escolar, rutas y actividades extraescolares giran alrededor de las necesidades familiares.

Si bien en un inicio, el hecho de definirse como un colegio católico les trajo complicaciones, finalmente todo se resolvió a su favor, lo que ellos que ven como una acción especial de la Divina Providencia.

Según nos cuentan en este testimonio, un político se empecinó en contra de ellos por ser colegio católico. Se generó gran polémica, y tuvieron una cobertura de la prensa impensada; esto hizo que el colegio comenzara a ser conocido antes de abrir sus puertas. Antes de que el edificio terminara de ser construido ya contaban con 760 alumnos matriculados. Los insospechados caminos de la Divina Providencia, dicen ellos.