De esta manera nació Betania, un grupo de acogida para mujeres separadas en busca de herramientas para avanzar, realizarse, ser y hacer feliz a otros.

Hace años atrás, cuando Verónica Risopatrón se separó de su marido, se dio cuenta de que no existían espacios acogedores, ni líneas de acción dentro de la Iglesia, que guiaran a las mujeres que se encontraban en su misma situación. Por ello, junto con un grupo de amigas, se acercó al padre Horacio Rivas para pedirle asesoramiento, propuesta que el sacerdote aceptó inmediatamente.

De esta manera nació Betania, un grupo de acogida para mujeres separadas en busca de herramientas para avanzar, realizarse, ser y hacer feliz a otros. Desde ese momento, concertaron reuniones mensuales con el padre Horacio y comenzaron a tratar temas como: el dolor, la rabia, la culpabilidad, el perdón, etc. Fueron tantos los frutos que proporcionó esta labor que, el 2006 el sacerdote publicó un libro llamado «Ni chasconas, ni coquetas. Respuesta a la mujer separada.»

Los invitamos a ver este testimonio de esta schoenstattiana.