09. Las gracias que María regala en su santuario de Schoenstatt

P. Rafael Fernández

Las gracias que María regala en su santuario de Schoenstatt

María es medianera de todas las gracias. Ella es -al decir de los Padres de la Iglesia – el «acueducto» o «canal» por el cual nos llegan las gracias del Señor: Es la «Omnipotencia suplicante» ante el trono de Dios. Es nuestra Madre, que da a luz a Cristo en nosotros y nos cuida con amor y sabiduría maternales.

En el santuario de Schoenstatt, ella ha querido ejercer en forma especial su labor de educadora y madre nuestra; allí ha instalado su «taller» donde atrae los corazones y los transforma en instrumentos aptos y dóciles en su mano. Esta acción maternal y educadora, que ella asume especialmente en virtud de la alianza, se canaliza, por así decirlo, en tres direcciones:

Primero, María nos regala en la alianza un profundo cobijamiento y arraigo en su corazón. Segundo, el amor que ella nos tiene y que nosotros le tenemos, nos transforma, nos hace semejantes al Señor y a ella. Tercero, María nos regala su fecundidad y su poder maternal de intercesora y de reina.

Por eso acostumbramos a hablar en Schoenstatt de las “tres gracias del santuario”: la gracia del cobijamiento, de la transformación interior y del envío y fecundidad apostólica. Estos son los “milagros de gracia” que realiza María en su Santuario de Schoenstatt.