Evangelio según Mateo 13, 44-46

Viernes de la semana vigesimoprimera del tiempo ordinario

 

Jesús dijo a la multitud: El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.

 

Meditación de Alejandra Castelblanco Moreira

 

“…vende todo lo que posee…”

 

Jesús parece decirnos: el Reino es invaluable. Cualquier cosa que ustedes consideren de mucho valor, no tiene punto de comparación con el del Reino de los Cielos. Pero la gran maravilla, es que no necesitan morir para experimentar su cercanía, sino que pueden vivir destellos de ese Reino aquí en la tierra, para ir degustando como será el gran regalo del cielo. La otra gran noticia, es que ustedes están llamados a construir ese Reino, no tienen un rol pasivo, sino que pueden ayudarme y ser colaboradores directos y herederos del Reino de los Cielos.

Ver partir a los dos menores a misiones me regaló una paz interior que me da mucha esperanza en que todavía se puede confiar en que las nuevas generaciones se seguirán preocupando de la construcción del Reino de Dios aquí en la tierra. Cuando volvieron, de lo único que hablaban era de las nuevas amistades, de los juegos y oraciones comunitarias, sin siquiera nombrar el frío o las incomodidades que se viven en esas oportunidades. Creo que eso es construir el Reino y comenzar a vivirlo desde ya en la tierra.

Señor: Quiero ayudarte a construir tu Reino, quiero que cuentes conmigo y que no me sueltes. Que mi gran aliado sea el Espíritu Santo para que el impulso y las ganas de seguir por tu camino no se me acaben nunca. Gracias por llevarme al Santuario, por ayudarme en mis clases y por constatar las semillas del Reino aquí en la tierra a través de mis hijos y alumnos. Que su juventud y ganas de servirte no se les agote y nos ayuden a tener esperanza en vivir un futuro con pedacitos del Reino de los Cielos. AMÉN