Evangelio según San Juan 15, 12-17
Viernes de la quinta semana de Pascua
Jesús dijo a sus discípulos: «Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.»
Meditación de Alejandra Castelblanco Moreira
“Ámense”
Jesús parece decirnos: un mandamiento como este parece fácil de cumplir, no implica una tarea de esfuerzo físico ni intelectual. Sin embargo, no ocurre así, parece ser que no se entiende. Amar sin ponerle nombre es un poco abstracto, es necesario ponerle rostro a ese amor. Piensen en esa persona: su hijo, su marido, su amigo, su madre… el amor por ellos nace de una relación, hay construcción de un lazo. Ahora bien, amar a todos, es precisamente eso, construir un lazo para ir más allá y aprender a quererlo. Todos son dignos de amor, todos somos hijos de Dios. ¿A quién amarás un poco más hoy?
Al leer esta lectura, pensé de inmediato en el P. Kentenich. La pedagogía de los vínculos no es otra cosa que aprender a querer a los que se nos presentan en el camino. Amar implica dar tiempo, acercarse, cruzar palabras, miradas, gestos que transformen a ese “conocido” en alguien significativo. Hoy pedí a los niños que dibujaran a una persona de su familia en quien vieran el rostro de Dios. Me sorprendí al ver el dibujo de una niña que me contó que era una compañera de su curso. Y ¿qué ves en ella? Le pregunté. Ella me dijo: su cara que siempre tiene una sonrisa. Me encantó su respuesta. Quiero tener esa sonrisa también.
Querido Señor: Tú eres Amor, Tú nos enseñas el verdadero significado de la palabra Amor y nos muestras cómo amar. Quisiste ser igual a nosotros para enseñarnos con tu ejemplo cómo se ama: caminaste por nuestros caminos, te encontraste con todo tipo de personas y a cada una le respetaste la dignidad de hijo de Dios, estableciste diálogos con personas que no eran aceptadas como leprosos o samaritanos. Toda tu enseñanza está plasmada en tu forma de vivir y eso nos hace reconocerte como el gran modelo a seguir. Señor, haz que ame cada día más. AMÉN