Evangelio según Mateo 21, 33-46  

Viernes de la segunda semana del tiempo de cuaresma

 

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: “Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: «Respetarán a mi hijo». Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: «

Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia». Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?” Le respondieron: “Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo”. Jesús agregó: “¿No han leído nunca en las Escrituras: «La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos”? El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga será aplastado. Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos”. Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

 

Meditación de Alejandra Castelblanco Moreira

 

“Respetarán a mi hijo”

 

Jesús parece decirnos: muchas veces les pasará que se equivocarán, pensarán que algo es seguro, igual que este padre al enviar a su hijo a ver sus tierras, con la seguridad de que lo iban a respetar por ser quien era. Pero esto no ocurrió, por el contrario, trataron incluso de matarlo. Solo del Padre pueden fiarse 100% , Él es certeza pura y solo a Él le deben su confianza.  Solo con Él en su corazón se aplaca el miedo y se mantiene la confianza en que a su lado todo es esperanza.

 

Cuántas veces me ha pasado que me he desilusionado de alguien o que pasan cosas que uno nunca se imaginó que pudieran ocurrir. En general soy confiada, nunca pienso que me van a robar o asaltar. Hoy hay tanta violencia que nadie se libra. En el plano espiritual, es distinto es uno el que desilusiona a Jesús porque mientras uno reza la oración de la confianza, está pensando en que igual tal o cual cosa no se va a resolver. Distinto sería si uno rezara con fe ciega en que lo que suceda es lo mejor para uno.

 

Querido Señor: sé que solo en Ti debo poner mi confianza, pero flaqueo soy débil, me distraigo con las cosas de la tierra y me dejo llevar por falsas seguridades. Dame fortaleza y entrega para confiar cada día más en Ti. que esta Cuaresma me haga crecer también en este aspecto, teniendo siempre presente a tu Madre que vivió confiada a pesar de todas las dificultades que tuvo que vivir. Gracias por su ejemplo. Que cada día la mire con más cercanía en nuestro Santuario Hogar. AMÉN