Evangelio según Mateo 11, 28-30

Miércoles de la segunda semana del tiempo de adviento

 

Jesús tomó la palabra y dijo: Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y Yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.

 

Meditación de Francisco Bravo Collado

 

“Vengan a mí”

 

Siento que Jesús me dice: “Confía en Mí. Realmente confía en Mí. Ven a Mí y te aliviaré, porque soy paciente y humilde. ¿Qué es lo que te angustia? ¿Los demás? ¿Lo que los demás van a pensar de ti? ¿No saber lo que va a pasar? Confía en mí y en mi Padre. Yo te amo y te hice para la plenitud. Crece en humildad y paciencia. Enfrenta las cosas como son, y atrévete a no ser el que te gustaría ser… sino que ser el que yo quise que fueras. Créeme que mis expectativas para ti son mayores que las tuyas. ¿Para quién trabajas? ¿Para construir mi reino o para que los demás tengan buena opinión de ti?”

 

Llego a meditar este texto completamente agobiado. ¡Agobiado! Los negocios están difíciles y, por más que trabaje, no logro que las cosas mejoren. No dejo de pensar en cómo dar vuelta la situación… en cómo me puede afectar a mí y a los míos si no encuentro una solución a todo esto. Tengo miedo. Y también pienso en mis clientes, en mis proveedores, en mi socio… Por más que confíe en Dios, no veo cómo el entregarle el yugo a Jesús va a solucionar los problemas de quienes han confiado en mí, ante quienes me siento responsable. No logro encontrar paz.

 

Señor, dame paz. Enséñame a descansar en Ti, que eres manso y humilde de corazón. Que eres paciente. Dame sabiduría para entender qué parte de mi ansiedad es por preocuparme de mis hermanos, y qué parte es solamente mi vanidad y mis ganas de aparecer ante los demás como alguien que hace bien su trabajo, y logra resultados extraordinarios. Dame sencillez y humildad. Dame paciencia. Lleva Tú mi yugo, que yo no soy capaz de llevarlo solo, porque soy apurón y engreído. AMÉN