Evangelio según San Mateo 12, 38 – 42
Lunes de la XVI semana del tiempo ordinario
Él les respondió: “Esta generación malvada y adúltera reclama un signo, pero no se le dará otro que el del profeta Jonás. Porque así como Jonás estuvo tres días y tres noches en el vientre del pez, así estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra tres días y tres noches. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás, y aquí hay Alguien que es más que Jonás. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra esta generación y la condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay Alguien que es más que Salomón”
Meditación de Francisco Bravo Collado
“Alguien más que Salomón”
Es como si Jesús me dijera: “Te escandalizas de mis advertencias. Te retuerces de miedo por no atreverte a pedir lo que quieres. Pero yo te pido que, en vez de ponerte a decirme cómo quieres que te salgan las cosas, me reconozcas y alabes al Padre. Que te llenes del Espíritu Santo y camines con serenidad y tranquilidad, sabiendo que Yo doy cuanto necesites. Que realmente te entregues completamente a la bondad de la Providencia.”
Cuando veo este texto se profundiza en mí el miedo que vengo experimentando hace algunos días. Tengo un proyecto, he pedido por él, he trabajado por él; pero no he logrado que resulte bien. Pido un signo y veo este texto. Es el texto que me dice que ponga a Jesús en primer lugar. Que saque del primer lugar mi proyecto, y que reconozca que hay algo más grande que esto que estoy haciendo y por lo que he apostado con tanta fuerza.
Jesús, yo quiero alabarte. Quiero ponerte a Ti antes que a Jonás, el profeta atravesado, el gran fracasado; quiero ponerte a Ti antes que a Salomón, el más sabio, el rey, el más poderoso. Quiero ponerte a Ti antes que mis proyectos, mis esperanzas y mis miedos. Quiero aprender a amarte y a seguir buscándote en el rostro de mis hermanos. Dame perseverancia. Hazme hijo del Padre. Que tu Madre me bendiga. AMÉN