Evangelio según Marcos 8, 11-13

Lunes de la sexta semana del tiempo ordinario

 

Llegaron los fariseos, que comenzaron a discutir con Jesús; y, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Jesús, suspirando profundamente, dijo: “¿Por qué esta generación pide un signo? Les aseguro que no se le dará ningún signo”. Y dejándolos, volvió a embarcarse hacia la otra orilla.

 

Meditación de Francisco Bravo Collado

 

“Les aseguro que no se les dará ningún signo”

 

Es como si Jesús me dijera: “En algún momento de oración profunda, tú te imaginaste que tu camino a mi lado sería fácil y luminoso. Que verías signos con claridad. Que los otros estarían perdidos pero tú estarías sereno e iluminado. Pero no es así. Hoy ves que estás tan perdido y desesperanzado como los demás. No desesperes. Mi hora viene. Mi Reino viene. Mi padre es quien fecunda el camino hacia su mesa, donde te espera. Tú permanece fiel. Aún en la duda y la oscuridad.”

 

Me preocupa este texto. Se cumple la profecía: deseo ver uno signo del Hijo del Hombre, y no lo veo. Es desesperante: veo como muchos pierden la fe y como la Iglesia se desmorona lentamente, desde la cúpula hasta los cimientos profundos en la tierra. Entonces, cuando la gente me dice que está aquí o allá, mi primera reacción es salir a buscarlo. En este texto Jesús me advierte que mantenga la calma. Me habla con dureza, y me deja muy claro que será rechazado por su generación. Y creo que también por la mía. Jesús me llama a mantenerme fiel.

 

Jesús, amigo y maestro, me cuesta tanto mantenerme fiel en lo cotidiano, cuando no te tengo presente, cuando no estoy inspirado ni en oración. Ayúdame a ser fiel en aquellas horas que deseo verte pero no te veo. Cuídame de forma especial en las cosas más pequeñas, que no son visibles a los demás y que son la base de mi trabajo. Hazme fiel y perseverante. Envía tu Espíritu Santo para que mantenga la confianza en tu venida, para que yo permanezca a tu lado y para que haga mi parte en cuidar a tus ovejas. Cuida mi fe. Mantén mi cariño por Ti. AMÉN