Evangelio según San Mateo 17, 22-27

Decimonoveno lunes del tiempo ordinario

 

Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús les dijo: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados. Al llegar a Cafarnaún, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?”. “Sí, lo paga”, respondió. Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?”. Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”.

 

Meditación de Francisco Bravo Collado

 

“… para no escandalizar a esta gente…”

 

“Te escandalizas con este texto. Te incomoda hablar de plata y que la Biblia hable de plata. Pero lo que yo te digo es que pongas el acento en lo que realmente importa. Si yo hago aparecer una moneda milagrosamente desde el estómago de un pescado, no es para encontrar una justificación fácil… sino que para decirte que, si trabajas en lo tuyo con ganas y con cariño, las cosas que necesitas se van a ir dando. Van a llegar. Tú preocúpate de que, cuando encuentres la moneda de plata, la entregues a quien corresponda y no te la gastes en cualquier otra cosa, con esas justificaciones que te inventas y para las cuales eres tan bueno”

 

Me chocan muchas cosas de este texto: que Pedro mienta para defender a Jesús; que Jesús, en vez de trabajar para pagar sus impuestos, recurra a un pescado ‘mágico’; que sugiera que los hijos de los gobernantes están exentos de impuestos; que Jesús pague los impuestos a Pedro, etc. Pero cuando profundizo, veo que estas cosas están relacionadas con la cultura en la que vivían, y que el acento del evangelista está en que Jesús no quiere escandalizar en este aspecto. Siento que, por sobre todo, Jesús me invita a ser un buen ciudadano y un buen cristiano. Me duele mi conciencia pues no estoy inscrito en el pago del 1% a la Iglesia.

 

Jesús, quiero ser una persona que discierne y que busca el bien. Pago mis impuestos y cumplo con mis obligaciones. Pero veo que no soy generoso. Qué vergüenza darme cuenta de que no pago el 1% a la Iglesia, sobre todo considerando todas las ventajas que recibo de ella. Hoy día quiero comprometerme a ponerme al día con esta obligación; voy a inscribirme con pago automático desde la cuenta del banco. También quiero agradecerte que ni a mí ni a mi familia nos falta nada de lo esencial, y todo eso es un regalo que viene de Ti. Gracias por este encuentro que todas las semanas tenemos alrededor de tu Evangelio. AMÉN