Evangelio según Marcos 6, 7-13
Jueves de la cuarta semana del tiempo ordinario
San Pablo Miki y compañeros mártires
Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni provisiones, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas. Les dijo: “Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos”. Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y sanaron a numerosos enfermos, ungiéndoles con óleo.
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
“Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón”
Jesús parece decirme Te quiero acompañar a donde vayas y ser el bastón en el cual puedas apoyarte y confiar para no caer. Si quieres que Yo vaya contigo, ahí siempre estaré. No necesitas nada más, solo llevarme siempre contigo, para dar frutos a tu manera, con tu propia individualidad, con tus talentos y carencias, que por cierto conozco completamente. Acepta con humildad lo que vas encontrando en tu camino y no te confundas, en todo momento confía que vas en camino junto a Mí y en tu originalidad podrás dar gloria a nuestro Padre.
Me pregunto en cómo llevo a Cristo en mi vida, y a otros. Esa es la misión de la cual Jesús nos hace partícipes. Pienso en mi familia ¿Seré para ellos un buen testimonio del amor de Cristo? ¿Estaré cumpliendo lo que Jesús nos pide, incluso dentro de mi círculo más cercano? Jesús envía a los doce de dos en dos, no solos. Veo una dimensión de comunidad que podría ser mi matrimonio. ¿Junto a mi esposa, somos comunidad en la misión de ser testimonio de Cristo?
Querido Jesús, Tú conoces bien mis límites y debilidades, sé que me amas y me invitas todos los días a ser partícipe en la difusión del Evangelio. Con la ayuda de María quiero ser un humilde testimonio de tu amor y del Evangelio, sobre todo dentro de mi familia. Jesús ayúdame a ser desprendido y humilde para confiar que en todo momento Tú eres mi bastón en el camino. Enséñame Jesús a tener un corazón generoso para compartir y entregar, siendo empático con las necesidades de otros. AMÉN