Evangelio según san Lucas 9, 7-9

Jueves de la semana vigesimoquinta del tiempo ordinario

 

El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que Jesús hacía y enseñaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: “Es Juan, que ha resucitado”. Otros decían: “Es Elías, que se ha aparecido”, y otros: “Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado”. Pero Herodes decía: “A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?” Y trataba de verlo.

 

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

 

“Entonces, ¿quién es este del que oigo decir semejantes cosas?”

 

Jesús parece decirnos: si bien les digo que mi Reino no es de este mundo, sepan que hay muchos corazones que me conocen y experimentan en su vida el gozo del Reino de los Cielos. También hay otros corazones que no me conocen; a ellos busco y espero incondicionalmente que me quieran conocer. Herodes no quería realmente conocerme, sentía inquietud porque temía perder su poder. Para conocerme debes querer compartir tu vida conmigo, y así iremos juntos por tu vida. Y tu verdadera gloria será la cruz que Yo te ayudaré a llevar.

 

Este Evangelio me hace ver que hay corazones que no desean conocer realmente a Jesús y otros, aunque queriendo a Jesús, no abren totalmente la puerta de su corazón a Él. Al igual que Herodes, tal vez se sienten amenazados o inseguros ante la grandeza de Jesús. ¿Quién es Jesús para mí? ¿Tengo algo de esa inquietud ante Jesús? La tentación de “acomodar” mi fe, o a veces ser cristiano a mi modo, es un síntoma de no estar realmente dispuesto, o entregado, a aceptar completamente el amor de Cristo en mi vida.

 

Querido Señor Jesús, gracias por abrirnos el camino hacia el Padre y por estar fielmente atento a salir a nuestro encuentro cuando te buscamos y también cuando estamos perdidos. Te pido Señor por la Iglesia, por sacerdotes y laicos, para que vivamos fiel a tu enseñanza, sin cegarnos por el poder o las caretas de este mundo. Concédenos Señor la gracia de poder tener un diálogo cercano contigo, conocer más de tu vida y enseñanza, y así ser más generosos y comprometidos con las cruces que debemos cargar en la vida. AMÉN