La presentación de la Santísima Virgen María
Evangelio según Lucas 19, 41-44
Trigesimotercer jueves del Tiempo Ordinario
Al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: «¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz! Pero ahora ha quedado oculto a tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, en que tus enemigos te rodearán de empalizadas, te cercarán y te apretarán por todas partes, y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita».
Meditación de Sebastián Castaño Fueyo
¡Si también tú conocieras en este día el mensaje de paz!
Jesús parece decirnos: con amor les he pensado desde siempre y tengo un plan para cada uno de ustedes, sin excepción. Vine al mundo para mostrarles el camino a Dios que conduce a la verdadera vida y a la verdadera paz. Día a día derramo gracias sobre todos aquellos, los más necesitados y que me buscan. Me alegro por aquellos que son justos y lloro por las injusticias y el dolor de muchos y por ver sociedades enfermas por el egoísmo y la falta de caridad.
¿Cuándo soy yo motivo de lágrimas para Dios? ¿Intento descubrir su verdad por sobre la mía? Creo que Jesús nos invita a seguir su ejemplo, para así ser un instrumento de su paz dentro de nuestra familia, la Iglesia y en la sociedad en general. El reconocer la tristeza de Dios y de Jesús ante nuestras faltas de caridad me debe hacer reflexionar sobre mi comportamiento. Al igual que un padre, El solo quiere lo mejor para cada uno de sus hijos y llora cuando sufrimos a causa de haberlo abandonado.
Querido Jesús, Tú que conoces perfectamente el corazón de los hombres, ayúdanos a entender cuál es el verdadero camino que nos lleva a la paz y a la justicia, primero como persona, y luego en consecuencia, como familia, como Iglesia y como sociedad. No permitas que nos apartemos de ese camino con un corazón endurecido y ayúdanos a actuar un poco más con las normas de amor, misericordia y generosidad que Tú nos enseñaste y no con las normas del egoísmo y el individualismo. AMÉN