Evangelio según Mateo 13, 54-58

Jueves de la segunda semana de Pascua

Fiesta de San José Obrero

 

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados. “¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es este el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?” Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”. Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.

 

Meditación de Sebastián Castaño Fueyo

 

“Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”

 

Jesús parece decirnos: aun queriendo, no puedo habitar donde no hay fe. Vengan a Mí con la firme esperanza de encontrarme, con un corazón dócil y atento a mi acción transformadora. No se dejen confundir por otros, ni por sus propios prejuicios, respecto a tentación de relativizar mi Palabra o la voluntad de Dios, porque así me desprecian. Dispongan su corazón sin límites y Yo habitaré en ustedes para guiarlos en el peregrinar de su vida hasta la vida eterna.

 

Jesús fue despreciado por sus cercanos de Nazaret. Si yo tengo un corazón duro o indiferente a la presencia de Jesús en mi vida cotidiana, Él no podrá llevar adelante su plan de amor, ni realizar su acción transformadora. Nuevamente veo que Jesús me llama a ver la vida a través de los ojos de Dios. Para ver mi entorno, mis vivencias, mi prójimo, buscando una mirada bajo la luz y el ejemplo que Jesús nos dejó. Para esto tengo que estar muy atento a cómo hacer crecer mi fe con una oración cercana con Jesús.

 

Querido Jesús, en el peregrinar de mi vida quisiera ir cada vez más acompañado de Ti. Sé que soy yo quien se aleja o no deja que estés más cerca. Ayúdame Señor a desprenderme de todas aquellas cosas que me impiden seguir el camino que me lleva a la meta, que es alcanzar la vida eterna junto a Ti siendo fiel testigo de tu amor. Que por la gracia de tu Resurrección pueda aumentar mi fe y mi amor por Ti. Te pido en especial por el eterno descanso del Papa Francisco. AMÉN