El Padre Rafael Fernández nos acompaña en la meditación de la Misa Hacia El Padre.
Después Comunión V
Dispones siempre mi corazón (157)
para el Espíritu Santo,
quien me colma de magnanimidad
y sacia bondadosamente mi anhelo.
Si así permanezco unido a ti (158)
actúas en mí en todo instante;
y el Padre, lleno de felicidad,
me contempla desde lo eterno.