Con cerca de 33 años en el Movimiento, Pedro Lázaro ha sido parte importante de la vida en el Santuario Oasis de María de Iquique, en el norte de Chile. Actualmente participa en la Rama de Matrimonios y siendo militante, quiso dejar una huella en la bendición de su Santuario, creando la Cantata Oasis de María que ha sido recordada hasta el día de hoy.

Entrevista a Pedro Lázaro

¿Cuándo nace la Cantata Oasis de María?
El telón de fondo está en la inauguración del santuario, el año 1998 y un par de años antes en 1996, ya estaba compuesta la pieza final que es el Himno de la Familia de Iquique que tiene el estribillo «Por ti María somos una familia viva, corazón de la Iglesia, portadora de Cristo semilla que germina». Y es ahí donde está la semilla, donde se me ocurrió intentar hacer algo más. Algunas personas me pidieron que hiciera algo para la bendición del Santuario y la Mater con eso me inspiró, entonces empecé a hacer unos bocetos y fueron resultando.

Al Principio con melodías poco convincentes, pero mi esposa me ayudó mejorando el sonido y aportándome sobre que se oía mejor o bien logrado. Más adelante, providencialmente, tuvimos el encuentro con el grupo, que con un trabajo de taller nos animamos a presentarla para poder darle el contenido más polifónico en el sentido de la melodía base, donde los instrumentos muy valiosos aportaron que estuviera a la altura de transmitirla a los demás y no fuera a nivel de aficionados. Se dio todo como dice nuestro fundador «como una secreta idea predilecta», para que fuera una sorpresa y ese efecto fue importante en cuanto a la posibilidad de generar un impacto adecuado, donde al presentarla salió todo maravilloso.

¿Cuál es la principal motivación para realizar esta Cantata?
Parte de un desafío personal, donde siempre he tenido bastantes inquietudes, desde el arte, poemas y comunicaciones, entre otras cosas. Y quise trabajar en esta composición musical e intentar salir airoso de este desafío y así fue. Toda la fuerza interior que fue la bendición del Santuario fue el motor y se dio todo.

Logré inspirarme en una idea matriz que se prestaba mucho para el entorno del desierto, encuentro de las comunidades originales y las sonoridades, que de todas maneras son inspiraciones de María para nosotros.

¿Cómo fue la aceptación cuando se presentó en aquella época?
La presentación en vivo fue en el inicio de la misa de bendición del Santuario. Fue un broche de oro para nosotros, además como no es una pieza extensa, fue precisamente pensada para la ocasión. Como era previa a la eucaristía, no podía ser algo que consumiera un tiempo significativo. Y siempre la estuvimos difundiendo de distintas formas, hasta ahora, que ya la tenemos en video. Las personas que estuvieron presentes en el momento nos pedían el registro. Personas tanto de Chile como desde el extranjero. Donde estoy seguro que esta obra puede llegar directamente a los corazones de quienes la escuchen.

¿Cómo describes la Cantata?
El juego motivacional establece un misterioso paralelo entre la huida a Egipto de la familia de Nazaret, ya que sintieron que debían proteger a Jesús. Entonces sucede que en vez de llegar a Egipto, aparecen en esta ciudad – en una intervención paralela en tiempo y espacio- y precisamente llegan al desierto de Atacama, donde se encuentran con esta realidad y con estas personas que tienen una riqueza cultural, con su cosmovisión y maneras de alabar, en términos del contacto propio de la religiosidad popular, donde les dan una acogida y se sienten felices de poder recibir a Jesús, María y José. Tratan de hacerles sentir acogidos y les ofrecen un Santuario para mostrarles la inmensa alegría y gratitud de estar presentes, para compartir juntos en este lugar.

Además, a destacar que también está el contexto de la música salitrera en todo esto, que es otro elemento gravitante en la imagenología y forma de interpretar la realidad desde el fondo del alma de las personas del norte de Chile.

¿Cómo te gustaría que fuera recordada en algún momento esta Cantata?
Me gustaría que se pudiera recoger la espiritualidad con la mayor sinceridad posible de lo que es la realidad de los diferentes contextos culturales. Donde las personas que han logrado escuchar de esta obra, han identificado que no fue una Cantata neutra, más bien, fue una que recogió con fuerza nuestra realidad e identidad que acá es muy nítida. Y como pasó con nosotros que pasara igual con otros lugares.

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PRESENTACIÓN

La expresión poética de la obra gira en torno a la evocación de la huida a Egipto de la Familia de Nazareth, y transporta al espectador a aquella fatigosa jornada. Misteriosamente su itinerario la trae a nuestro desierto, que une todas las fuerzas de la naturaleza y de su gente para acogerla con alegría y pedirle que permanezca con nosotros.

Los recursos metafóricos incorporan y conjugan sustantivamente figuras de las tradiciones andinas y pampinas, entre las que se hacen presentes los enigmáticos mensajes contenidos en los monumentales geoglifos diseminados en las extensiones de las soledades de nuestro territorio, nuestra exótica fauna, las particularidades del misterioso altiplano pletórico de leyendas y las nostalgias de nuestro pasado salitrero.

Los cuadros alegóricos abordan la comunidad de sentimientos y destinos que nos une en las tradiciones marianas, con el origen del Santuario de La Tirana, focalizando la simbología hacia su expresión como manantiales intercomunicados entre la costa y la pampa, desde los cuales Jesús nos ofrece el Agua de Vida Eterna.

La pieza transcurre gradualmente desde la tristeza y angustia de la huida, trayendo en sus brazos la Luz del mundo, hacia la multitudinaria acogida jubilosa y la manifestación de nuestro compromiso para insertarnos en el corazón de la Iglesia y colaborar fecundamente en su tarea de educadora y co-redentora, plasmado con energía, esperanza y alegría en la pieza final, que constituye el Himno del la Familia Schoenstattiana de Iquique.

El soporte armónico y melódico que inspira la expresión musical busca recoger la versatilidad y pureza de la inagotable riqueza de la trova nortina de nuestro país, explorando en la exquisita variedad y multiplicidad de sus recursos, razón que la ha hecho permanecer en el devenir de incontables generaciones, evolucionar y mantenerse sólidamente arraigada en el alma de los habitantes de estas tierras.