Las estatuas de san Pedro y san Pablo
Estas estatuas expresan el carácter marcadamente apostólico de la Familia de Schoenstatt y su unión a la Iglesia. San Pablo sostiene en sus manos una espada que simboliza el espíritu de conquista apostólica que él encarnó tan preclaramente y que nosotros estamos llamados a continuar.
P. Rafael Fernández
Estas estatuas expresan el carácter marcadamente apostólico de la Familia de Schoenstatt y su unión a la Iglesia. San Pablo sostiene en sus manos una espada que simboliza el espíritu de conquista apostólica que él encarnó tan preclaramente y que nosotros estamos llamados a continuar. San Pedro tiene en sus manos las llaves del Reino y el Evangelio. Su persona nos une especialmente al Santo Padre y nos recuerda el epitafio de la tumba del fundador de Schoenstatt: «Amó a la Iglesia».
Historia
Estas dos estatuas, del mismo estilo barroco que el retablo, una a cada lado del tabernáculo, fueron colocadas en el año 1935 por iniciativa de los Padres Palotinos, para recordar el título Reina de los Apóstoles, con el cual san Vicente Pallotti veneraba a la Virgen, aludiendo a su función en el acontecimiento de Pentecostés. Ahora significan el carácter apostólico de la Obra de Schoenstatt. Estas estatuas también han pasado a ser parte integrante del retablo del altar de todo santuario de Schoenstatt.